Hoy queremos que durante un minuto te pares a pensar… ¿Cómo me relaciono con mi hijo? ¿Qué tipo de relación he creado? ¿Tengo la misma relación con todos mis hijos?
Una vez que has reflexionado, queremos hablarte sobre los ESTILOS EDUCATIVOS, y es que como padres nos relacionamos con nuestros hijos de una determinada forma, y esto es lo que se conoce como estilos educativos.
Es muy importante tener claro que los estilos educativos no hacen referencia a una cualidad tuya como persona sino a la relación que estableces con tu hijo. Por ello, y como cada hijo es diferente, la relación que mantengas con cada uno de ellos también será diferente.
Para poder hablar de estilos educativos, debemos hablar por un lado de afecto y comunicación, y por otro lado, de control y límites. Estos dos factores van a ser esenciales. En otras palabras, podemos decir que vienen a ser como los ingredientes imprescindibles con los que se guisan todas las prácticas educativas.
El cariño y la comunicación es algo que TODOS necesitamos. Desde que nacemos, establecemos una relación de cariño y comunicación con nuestra madre y así conforme vamos cumpliendo años vamos necesitando más y más cariño y ya no sólo de nuestra madre, sino que ampliamos el círculo afectivo y relacional a otras personas de nuestro entorno más cercano. Con el afecto y la comunicación es fácil entenderlo, pero la dificultad viene con las normas y los límites, ¿son necesarios? Nosotras tenemos una posición clara: Sí. Sí a las normas y a los límites (de forma razonable) en la relación con nuestros hijos porque les aportan seguridad y protección, les sirven para saber el camino por el que deben ir, les permiten saber de antemano la reacción de sus padres en el caso de que no cumplan alguna norma, y además, les ayudan a tolerar y sostener que a veces no pueden tener todo aquello que desean.
Una vez que tenemos claro cuáles son los pilares en los que se basa la relación con nuestro hijo, debemos saber que a más cantidad de un ingrediente o menos de otro… podremos hablar de 4 estilos educativos, que de manera muy resumida, se caracterizan por:
Democrático: alto en afecto y comunicación vs. alto en control y límites.
Autoritario: bajo en afecto y comunicación vs. alto en control y límites.
Permisivo: alto en afecto y comunicación vs. bajo en control y límites.
Negligente: bajo en afecto y comunicación vs. bajo en control y límites.
Más adelante concretaremos un poco más sobre cada estilo educativo, pero nos parece interesante que seáis vosotros los que os paréis a pensar sobre qué aspectos negativos y positivos puede tener cada estilo, tanto para el propio menor como para los padres y personas que forman la unidad familiar.
A día de hoy, no somos capaces de decir cuál es el estilo educativo ideal, pues depende también de las situaciones, de nuestro hijo, de nosotros… Lo que sí tenemos claro desde Centro Matices es que el estilo democrático es el que más favorece al desarrollo de los hijos y además, crea un buen ambiente familiar.
Y para finalizar, te queremos dejar con una afirmación para que reflexiones sobre qué quiere decir «la madre de mi hermano no es mi madre».
Maleni Sánchez Litrán
Psicopedagoga y Educadora Social. Nº colegiado 1275
Área de Orientación familiar. Centro Matices.